QUEMANDO ÍDOLOS

Quemando ídolos nací un buen día, quemando ídolos sigo todavía.

¿Quién le da poder a ciertas personas para que hagan y deshagan a su antojo?

Un ejemplo claro lo tenemos en la Casa Parroquial. ¿Por qué un señor aprovechándose del poder que le confieren ciertas instituciones, engaña a un pueblo entero y se queda con un recinto que debería haber sido el Hogar de la Tercera Edad?

Quemad a vuestros ídolos, no dejéis que os pisen, romped con lo establecido, se acabó el callarse y el no decir lo que uno piensa, si algo está mal lo vamos a cambiar, no vamos a dejar que cuatro personas controlen a toda una comunidad, ellos están ahí para servirnos a nosotros y no a sus intereses personales.

Es curioso que se se hicieran más cosas hace treinta años que ahora, qué fácil es pasar de todo y decir que eso no va conmigo, pues veréis a eso se le llama cobardía, todo el mundo se queja, pero aquí nadie da la cara, tenemos que luchar todos juntos y decir ¡basta ya!

Nos tiene que entrar en la cabeza que cada persona que esté en una institución pública está a nuestro servicio, nosotros no votamos, nosotros por lo tanto los mandamos, si todavía no saben algunos lo que estar en un cargo público, ya va siendo hora de que empiece a aprenderlo, porque quizás, sólo quizás puede ser que la próxima vez no le demos nuestra confianza.

Espero que mis palabras no sirvan para dejar bonita la revista, espero que sirvan para que empecéis a pensar y a daros cuenta de la importancia que tiene cada uno de vosotros en la mejora de Doñinos.

Iván Ricardo de Vicente Sánchez (01-07-1999)