:: SANTO DOMINGO DE GUZMÁN ::

 

Nace en Caleruega, Castilla (España) en el año 1170.
Provenía de una familia noble: los Guzmanes.
Fue educado por su tío el arcipreste Gumiel de Iza, con quien estudia gramática y traduce versos de la Eneida. Estudió filosofía y teología en Palencia.
Vendió todos sus bienes (incluso sus libros) para darles dinero a los pobres.
Es nombrado canónigo de la catedral de Osma.
A los 30 años comienza su predicación combatiendo a los herejes albigenses que negaban los dogmas cristianos y no creían ni en la encarnación ni en la unidad de Dios. Logró conversiones (se cuenta la de 100.000 herejes).
En 1215 funda la Orden de Predicadores, conocidos como dominicos. En 1217 el Papa Honorio III firma la aprobación y ordena 100 nuevos frailes que recorren Francia, España, Italia, Hungría, Alemania e Inglaterra.
Muere el 6 de agosto de 1221 en Bolonia, Italia. Allí está sepultado.
Es canonizado por Gregorio IX en 1234.

 

Patrono
de la capital de la República Dominicana, de la diócesis de 9 de Julio (Argentina)

Protector de los miembros de la orden Dominicana,

Identificativo principal viste el hábito blanco de pureza y negro de austeridad con la cabeza rapada en forma de corona y una barba incipiente o sin ella

Identificativo secundario
con un libro o rosario en la mano, un lirio en la otra (símbolo de pureza) y una estrella en la frente ( que hace referencia a su capacidad de iluminar al mundo)

Fecha litúrgica 8 de agosto

Oración

Señor, que iluminaste a santo Domingo de Guzmán para que predicara la verdad y combatiera el error, te pedimos por su intercesión que prediquemos con entusiasmo la verdad de tu Evangelio que es la Luz de los pueblos. Por Jesucristo, tu Hijo, Nuestro Señor. Amén.

Oración (que Domingo compuso)

Señor, dignaos concederme una caridad verdadera, un celo capaz de procurar la salvación de los demás, a fin de que, consagrándome todo entero y con todas mis fuerzas a la conversión de los pecadores, llegue a ser verdaderamente un miembro de Aquel que se ofreció enteramente a su Padre para salvar a los hombres.

Anécdotas
Estando en Palencia, hay una hambruna. Domingo vende sus libros, que estaban llenos de sus propios apuntes, donde había condensado mucho tiempo y esfuerzo de investigación y de reflexión y reparte el dinero.
Sus colegas le dicen : "Vos, que amáis la ciencia con pasión, vos, que sois la lumbrera de nuestra tierra". Pero Domingo responde: "No quiero estudiar sobre pieles muertas mientras los miembros vivos de Cristo se mueren de hambre".

Asombroso:
*Su madre ( la beata Juana de Aza) estando embarazada, soñó a su hijo con forma de perro, con una antorcha encendida en la boca. Ella lo interpreta como que su hijo estaba llamado a llevar la antorcha de la fe en Cristo bien en alto.

*Siendo ya canónigo la Virgen se le aparece y le dice : "Hijo mío, tienes una excesiva fe en la eficacia de tu razonamiento, para llevar a buen camino a los herejes. Tú ves cuán vanos han sido tus desvelos. Expón, tan claro como puedas, las verdades fundamentales; y de vez en cuando interrumpe tus discursos para que los oyentes se entreguen contigo a la oración. Háblales de los medios que Dios aplicó para salvar al hombre. Refiéreles la Anunciación que del Cielo me trajo el Angel, la Encarnación del Hijo de Dios, su nacimiento, su vida, sus padecimientos y su muerte; y termina con su Resurrección y su Ascensión al Cielo. Muéstrales estos misterios con la mayor claridad posible; reza luego el Padre Nuestro y 10 Ave Marías para ablandar los corazones endurecidos.
Abundantes frutos cosecharás con ello, puesto que infinito es el poder de la oración" y así de esta manera le enseñó el rezo del Santo Rosario.

*Uno de los milagros más conocido es aquel donde Domingo hecha al fuego un libro y un hereje arroja uno de sus libros también al mismo fuego. El libro del hereje se consume instantáneamente y el del santo no.
Otro de sus milagros es narrado por uno de sus compañeros, que yendo a Roma había lluvias tan torrenciales que todo se inundaba, Domingo al llegar un lugar cubierto con agua trazaba la señal de la cruz y le decía a su compañero "pasa en el nombre del Señor" y así pasaban sanos y salvos.